Buscando a Kiriwar

Tenía que poner a calentar algo para que diese calor, así que sacó del refrigerador unas piernas de pollo con muslo y las metió a hervir con algo de arroz limpio, al menos eso le daría de comer al perro, mientras tanto acercaba las manos para darse calor, cuando fue sorprendido por un extraño objeto. La esponja cayó dentro de su vestimenta y debido a esta se exprimió contra su piel, haciéndole volver a temblar bruscamente de una forma que le era imposible controlar.- ¡¡Maldito hijo de perra...!! -Maldijo con brusquedad y apenas el otro comenzó a reír, se sacó las mojadas botas y se lanzó a correr descalzo detrás de él. Estuvieron rondando un largo pasillo unos momentos, luego cuando entraron a una habitación dio un largo salto contra el rubio, tumbándolo sobre un diván y tomándole de los hombros para someterlo. Se había sentado sobre su estómago y le miraba sonriendo de forma psicópata.- ... Gunzi, tengo frío. ¿Puedo arrancarte la piel para hacerme un abrigo...~?

Ahora si que habia metido la pata... Ahora si sabia que no debio haberse puesto en en 'contra' de Gunzi, ya que eso no era nunca una buena idea. Debido al cariño que Arbito le tenia, estaba mayoritariamente protegido, pero eso nunca le aseguraba que no saldria con uno que otro golpe o arañazo. A gatas y con la cabeza gacha, entro nuevamente a la casa, sentandose un momento conra la pared junto a la puerta y suspirando con algo de pena. Aferro con fuerza su tiritante figura contra su afelpado conejo, pensando como hacer para ganarse el afecto de su hermano nuevamente. Su oido sintio los apresurados y firmes pasos que volvian a entrar a la casa y se dirigian a la cocina. Los estrepitosos gritos del pelinegro, a los que Kau reacciono algo sobresaltado. Asomo su pequeña cabeza por la puerta de la cocina, curiosamente "viendo" de que se trataba la discucion en esta ocacion. Por una vez, el peliblanco parecio ser mas un curioso gato que un perro como le llamaban normalmente, no tomando en cuenta claro, que a pesar que por mas que el no los viese, su presencia era mas que obvia.