Buscando a Kiriwar

El lugar estaba calmado, el silencio inundaba la mansión así como la tranquilidad, el sonido de los pajaritos en sus jaulas del jardín interior llenaban la casa haciendole parecer un palacio de cuento de hadas, más por el sol que se colaba por los ventanales iluminando la fina decoración. Los sirvientes, todos enmascarados, estaban en calma esperando ordenes o en la cocina preparando algúna merienda. Todo parecía perfecto hasta que un golpe hizo temblar todo el lugar e incluso callar los pajaritos.

La puerta principal se había azotado con brutal fuerza, incluso golpeando al pobre portero que estaba tranquilamente parado detrás de esta y que ahora se sostenía la nariz sangrante. El rubio de cabellos desordenados y ojos ocultos bajo el largo flequillo dorado lo miró y emitió un corto "ups" antes de seguir su camino. Con su pecho al descubierto mostraba sus tatuajes y estos se perdían bajo el hoddie rojo que portaba. Llevaba sus manos colgando a ambos lados de su cuerpo y largas claws estaban afirmadas a estas. Miró con desinterés el hall sin saber a donde ir y tomando aire gritó con una voz fuerte y moelsta - KIRIWAR. - alzó su diestra donde tenía su celular y tecleando, pese a las claws que parecían no impedirle utilizar sus dedos, envió un nuevo mensaje.

Ya presentía el escándalo ... Siempre era igual. Cada vez que el rubio se presentaba era prácticamente un dolor de cabeza para su persona. Siempre se había preguntado por qué no le habían declarado defectuoso y lanzado a la basura, pero quizás era por que ya no había demasiado presupuesto. El rubio era distraído, lo sabía, así que pensaba demostrarle lo imbécil que era con un ejemplo práctico: Se quedó en el marco de una puerta, cercana a la principal. Sabía que el otro no se fijaría en él, y así cuando avanzara podría escapar por la puerta sin hacerlo enterarse de ello, pero apenas vio como el otro levantaba su celular de inmediato lanzó las manos a su bolsillo...

Biiii-Biiip ... Biiiii-Biiiip

Su mano se lanzó contra su propio rostro al escuchar las pulsadas de su celular, pues estaba totalmente delatado. Se retiró de su postura y se acercó a él, tomándole de la cabeza con brusquedad e impactandola contra la pared para que se diese un fuerte golpe.- Deja de gastar tu saldo, que después tendré que ir a la ciudad a recargarte. Tsk, sabía que el darte un celular era un error... Te lo romperé cuando no lo tengas al alcance.

Alzó la vista con sus labios entreabiertos en una expresión vacía cuando hasta que sonrió escuchando tras de sí el sonido del teléfono. Sus labios se curvaron en una sonrisa mientras sentía felicidad de encontrarle tan rápido, se giró para encontrarse con su compañero pero solo vio la mano que se le acercaba con gran velocidad a su rostro cegando sus ojos con la palma mientras los dedos apretaban su cráneo, por un instante todo se movió haciendole perder pie y seguido el dolor del golpe contra la pared que dejó sus oídos zumbando.

Cuando fue soltado sus pies se tambalearo y su mano se apoyó en la pared para mantener el equilibrio dejando un lindo rasgado de tres líneas sobre el caro tapíz. - Ah... Ay.... - bajó un poco la cabeza y agitó la misma para quitarse el mareo y su cabello se movió dejando ver su ojo celeste que buscó confundido delante hasta posarse en el rostro del moreno volviendo a sonreír como si este nole hubiese agredido. Alzó sus manos como si no tuviese conciencia de las garras en esta y pasando el filo de estas a un centímetro de la nariz ajena se acercó rozando su mejilla hasta abrazarlo. - Kirikitty~ Que tierno. Te estaba buscando. ¡Me dejaste solo en la zona roja! Aún tenemos trabajo. Vamos, ayudame con los encargos de papá así terminamos temprano y podemos ir a la playa. - exigía con una voz caprichosa aunque algo burlona mientras se colgaba de él con el simple fin de molestarle y evitar que se alejase. Con sus garras entrelazadas en su nuca, de moverse el pelinegro sentiría el juego de seis cuchillas apuntando a su nuca e inicio de la columna, de intentar forcejear seguro terminaría hiriendose por la posición.

"La técnica del panda... " -Pensó, sintiendo cómo el otro se le había colgado. No era la primera vez que le sometía de esa forma, y siempre estaba siendo amenazado por esas garras en puntos bastante claves. Como ya se conocía perfectamente esa postura, le había colocado ese nombre en su mente. Sabía que el "panda" no iba a retirarse, así que debía fingir que le complacería ... O simplemente resignarse a hacerlo. Estiró los brazos y le tomó de los muslos para cargarlo contra su pecho, luego caminó hacia el interior de la mansión, en donde estaba la lista de encargos que el Arbitro les había dejado en un corcho. Se colocó frente a este cargando al rubio, mientras leía la lista.- "Bañar al pe-.." ¿Huh?

Se trepó más al ser alzado por los muslos sonriendo por salirse con la suya. Sus piernas le abrazaron con fuerza y se trepó como una cria de koala a su madre apoyando su mentó en el hombro ajeno mirando hacia atrás. Al sentir que se movía se trepó un poco más para quedar más cómodo, aquel hombre era como una mole de musculos los cuales podía trepar como unamontaña mientras caminaba que no le interrumpía. Adoraba su cuerpo fuerte y marcado así como su caracter y trato raudo. Solo por capricho le lamió el cuello roandole con el piercing que atravezaba su lengua.

Al escuchar lo que leía quedó con su lengua afuera a mitad de camino. - Angg... ¿Ochi? - volvió su lengua a su boca y giró el rostro para leer - ¿Bañar a Pochi? Bien, ve por él que iré al jardín a llenar la tinaja de agua y jabón. - dijo con calma y naturalidad, sin bajarse del otro, ignorando completamente que era invierno y el joven que Arbitro tenía como "perro" seguro podría morir de pulmonía si lo bañaban afuera.

Torció la boca a un lado con fastidio, y sin siquiera escuchar al otro pasó a la nota siguiente.- "Revisar el mercado negro..." Oye, Gunzi, vámonos a la ciudad. No tengo la más mínima intención de bañar a un perro, ese no es mi trabajo, además no tengo idea de dónde encontrarle... -Dejó de cuidarle los muslos y se regresó hacia la puerta de la mansión. Un sirviente le extendió a Mitsuko en una funda negra para tener discreción con los civiles y una pequeña bolsa, la cual le pegó en la cara al otro.- Guárdate las garras. No quiero que un niño vuelva a pelearse contigo para robártelas y fingir que es Wolverine. -Aprovechó para limpiarse la saliva que le habían dejado en el cuello y la cual no había ni siquiera considerado como algo importante.

Se sujetaba mientras era cargado, un buen medio de trasporte mientras el otro se dejase, solo queno siempre iba hacia donde se le indicaba, pero era como los autobuses, seguramente sabiendo el destino se podría usar para aproximarse. Como la vez que se subió cuando el otro iba a la cocina y se bajó en el baño ahorrandose unos 15 metros de caminata por la mansión. Era útil a fin de cuentas.

- ¿Eh? ¡No! Quiero bañar a Pochi. Es divertido jugar con Pochi, podemos bañarlo y después salimos con él a rastrear en la noche cuando es difícil ver y el mercado negro está más a la vista de todos. - si se pensaba tenía algo de lógica aquello aunque el rubio se silenció cuando la bolsa le golpeó el rostro y se bajó con calma quitandose las garras - ¡No fue mi culpa ue justo pasasemos al lado de una convención de dibujitos chinos! - se quejó mientras guardaba las mismas en la bolsa de papel con el logo de McDonalds.

Con Árbitro ocupado en... quien sabe que, Kau se había pasado la mañana durmiendo desnudo, para variar, durmiendo en su cama. Se despertó sin embargo, al oír el portazo y los gritos, reconociendo las voces de su 'hermano' y su compañero. Bostezo, aun algo adormilado y tomando partido de que no le habían puesto su mordaza esa mañana para tomar su conejo de peluche con los dientes y salir lo mas rápido que pudo considerando que estaba en cuanto patas. Casi de inmediato, oyendo aun la infantil discusión de los dos hombres , llego a la cocina (donde rara vez iba) y guiado por su olfato, dejo caer su peluche junto a la pierna de su hermano y tomo su pantalón con los dientes, dándole leves jalones para llamar su atención. Estaba realmente feliz de saber que ahora tendría compañía y podría hacer algo más que simplemente dormir.

Notó la presencia del perro justo cuando este se encontraba cerca de él. Intercambió la mirada entre ambos, pensando que de alguna manera sobrenatural los dos se habían puesto de acuerdo para bañar al individuo. Estuvo en silencio unos momentos, resistiéndose a crear el baño, pero finalmente tomó al rubio de los costados y buscó quitárselo.- Anda, ve a llenar la bañera ... Aquí está el perro. -Se inclinó y le tomó los cabellos al perro, levantándolo un poco para verlo sin la mordaza.- ¿Qué dices, Kau~? ¿Te gustaría bañarte afuera con agua helada? -Una sonrisa malosa se le forjó en los labios.-

Se bajó y miró al perro sonriendo con felicidad - ¡Pochi! - en su retraso mental incapacidad de ver con claridad la realidad de las cosas no notó que el agua helada en invierno podría ser letal para el menor y asintiendo se alejó para ir al patio corriendo feliz llevando consigo las garras en el paquetito de papel.

Al llegar a la puerta la abrió con la misma delicadeza que la principal y el pajaro que estaba dentro de la jaula que golpeó comenzaó a chillar aferrando sus garritas contra los barrotes ahora torcidos de la jaula. Sin siquiera notarlo siguió su camino mientras el vientro frío movía su hoddie - Ahhh!!!... que frío... Después iré por una toalla calentita para Pochi.- tomando una tinaja de la zona de limpieza la llevo al medio del patio y tirando la punta de una manguera dentro abrió el grifo esperando que se llenase.

Sintió que tironeaban de su cabello haciéndolo erguirse hasta que quedo de rodillas en lugar de en cuatro patas como estaba antes, pero ya era costumbre para él y no lo tomo para nada como maltrato. En cambio, saco la lengua a un lado y sonrió, jadeando feliz como cualquier buen perro lo haría al sentir contacto humano. Volvió a tomar su conejo, esta vez con las manos y le abrazo contra su descubierto pecho. No tenía ni la menor idea lo que le esperaba. Esto podría terminar mal... ¿Por qué demonios mandaba su amo a estos dos neandertales a hacer algo que podia terminar matadole? Realmente no era algo que el joven se preguntase, ya que para el todo lo que los Verdugos hacían con él era correcto... a menos claro que sus acciones fuesen seguidas de un grito de su amo, cosa que teniendo en cuenta a su actitud, no era algo que pasase muy a menudo.

¿Realmente ese perro no tenía la capacidad alguna para hacerse una idea de lo que iba a pasarle? Vaya, en ese instante sintió una efímera lástima por su debilidad y falta de cuidado, pero no tardó en tomarle de un brazo y levantarlo de un solo intento para hechárselo al hombro, caminando directo hacia el jardín. Apenas salieron se notó un ambiente fresco, no uno capaz de congelar las aguas pero si con la fuerza para hacer temblar a un individuo, sobre todo a uno que no traía ropas. De un gabinete exterior sacó jabón común y corriente que más bien parecía detergente, y tomando algunas esponjas y cepillos dejó todo sobre el suelo, quedándose de pie a lado de la tinaja. Dejó al "perro" sobre el suelo.- Un día de estos te bañaré así, Gunzi, a ver si se te desbloquea el cerebro de pollo con el cual naciste.

Cuando vio que la tinaja se llenó cerró el grifo y se acercó a la misma mirando con una sonrisa su "obra". Volteó al escuchar a ambos salir y ver al menor desnudo, fue a hablar pero el otro le interrumpió tirando los objetos a un lado y respondiendole lo que borró su sonrisa - ¿De que hablas? A parte tu no me bañas~ aunque ganas no deben faltarte~ grrr~ - dijo relamiendo su labio superior con aquella actitud que sabía que, o molestaría, o ignoraría. De igual manera no entendía el problema, los perros se bañaban así... Volvió a mirar alrededor y pensó que quizás, como Arbitro les decía "perros" a los verdugos él otro le trataba como perro.

Alzó una ceja intentando comprender, por que aquello no podía ser factible ya que le llamó cerebro de pollo, es decir, un pollo... Suspiró rendido, no intentaría comprender esa tonta analogía. Solo volvió a sonreír y tomó a inu - Vamos que el pobre se debe estar congelando ahi desnudo, bañemoslo rápido. - Acomodando al perro en sus brazos se dirigió a la tinaja con la clara intención de soltarle dentro del agua.

En cuanto fue sacado de la casa, su cuerpo se estremecio ante el frio, aferrandose aun mas al calido cuerpo del pelinegro, quien tristemente deposito en el suelo, dejandolo sobre el algo humedo cesped y sin cubierta alguna. Tirito unos instantes, hasta que fue nuevamente alzado, esta vez por el rubio cuyo torso desnudo le dio aun mas calor a su delgado cuerpo. El menor sonrio, acurrucandose contra el en busca de mas calor, y dio a este una pequeña y cariñosa lamida en su mejilla como señal de felicidad por estar ahora mas comodo. Habia odio la palabra 'baño' y escuchado el claro sonido del agua, por lo que esperaba pronto dejar de sentir frio al ser depositado dentro de una tina con tinbia agua, burbujas y probablemente algunos de sus juguetes. De todas maneras habia algo que no cuadraba en todo esto... ¿Por que estaban afuera si a el normalmente le bañaban en el cuarto de Árbitro?

Anteriormente le habían dado a Mitsuko en una funda, y para estar más cómodo colocó esta en el suelo y se arrodilló frente a la tinaja de agua fría, para poder tener una mejor vista de lo que iba a suceder. Preparó a su lado los jabones necesarios y un par de esponjas, si ya había llegado a todo ello al menos le "bañaría" bien. Comenzó a remangarse hasta los codos para no ensuciarse las pertenencias, y esperando a que el otro le soltase observó.- Hmmm -Sonrió a lado y sacó la tubería de su funda. En un movimiento rápido lanzó esta hacia el tobillo ajeno para engancharlo con el grifo y jalar de este bruscamente en dirección a la tinaja. Pensaba tirar a ambos.-

Alzó al menor y cuando fue a tirarlo dentro del agua sintió como algo tocaba su tobillo, para mantener equilibrio levantó el pie intentando dar un paso pero al bajar la mirada y ver el caño y luego ver a su compañero maldijo en voz baja. Trastabilló con la tubería y al querer rescatarse pisó el borde de la tinaja moviendo la misma al pararla vertiendo gran cantidad de agua sobre el morocho y cuerpo inferior del rubio. El rubio se aferró de lo que tenía a mano, en este caso de Inu, apretandolo contra su pecho y al estar parado solo en el pie del borde de la tinaja y el otro ser jalado por el enganche de la tubería, giró hasta caer de estaldas en la tinaja erguida que enseguida se cayó por el peso de Gunzi. Finalmente el cuerpo de este resvaló dentro de la tinaja quedando acostado enpose fetal con Inu sobre él. El resto de agua de la tinaja mojó el hoddie y espalda del rubio que enseguida chilló por el agua helada en su esalda.

En resumen, ambos verdugos terminaron completamente mojados, uno incado al lado de la tinaja y el otro dentro con el perro sobre este segundo completamente seco...

El rubio intentó levantarse, aún con el perro sobre él y solo logró resvalar más, quedando con sus piernas hacia arriba y profiriendo un violento estornudo. - ¡¡AHHhhh...!! ¡Kirikitty! ¡Tengo frío!-

Hasta entonces había una muy gran sonrisa en su rostro al ver cómo el otro seguramente caería junto con el perro. No tenía idea de lo que sucedería después hasta que vio al otro tambaleándose hacia la tinaja. No tuvo tiempo de reaccionar, y cuando se dio cuenta de lo que estaba a punto de suceder el agua le empapó de una manera tosca, helando y erizando todo su cuerpo. -sus puños se apretaron toscamente, uno contra la tubería y el otro contra su propia palma, y apenas el otro yacía dentro de la tinaja con el perro, tomó la manguera y la colocó sobre la cabeza opuesta, presionando la pequeña pistola de plástico amarillo para que el agua se virtiese sobre él.- ¡¡PUES CONGÉLATE, ANIMAL!!

Lo único que llego a distinguir fue un brusco tambaleo de su hermano, un gran sonido de agua y unos despavoridos chillidos, pero, el aun permanecía enteramente seco. Estaba ahora libre del agarre del rubio, aunque aun seguía contra su cuerpo, por el que pudo sentir paso un escalofrió bastante brusco. Sintiéndose algo apenado, intento moverse para no incomodarle aun más, pero en cuanto movió levemente uno de sus pies, rozo la congelada agua que aun quedaba en la tinaja y se hizo una bolita contra la única parte que aun quedaba seca del Verdugo, tiritando levemente y frotándose los antebrazos para intentar calentarse. Kiriwar grito segundos más tarde, luego de lo que sintió como otra poca de esa congelada agua llovía sobre él, a par con el sonido de la manguera. Lo que hizo que el indefenso ‘perro’ soltara un leve quejido e intentase cubrirse con los brazos para evitar que su cuerpo quedase aun más mojado. –¡Y-ya… Kiwi!- Fue lo único que logro modular con la ronca y tenue voz de su estomago en la posición en la que estaba, 'Kiwi' siento el apodo que tenia para el pelinegro, sonbre el que instantes mas tarde dejo escapar un pequeño y tierno estornudo.-

- ¡¡¡AHHHH!! - gritó a todo pulmón cuando el agua helada le comenzó a caer en la cabeza mojando su peclo, nuca pecho y rostro que mezclado con el frio viento que pasaba era una verdadera tortura aquello. Alzó sus brazos intentando protegerse del agua pero solo logró mojarse más. Comenzó a patalear y luchar por salir de la tinaja pero sus dedos adormecidos por el frío eran torpes y sololograba removerse y resvalar dentro de la misma.

Terminó bruscamente cuando escuchó los quejidos del perro y lo que habló en su escaso vocabulario. Abrió sus ojos y se quedó quieto por más que el agua seguía cayendo sobre él. "Kiwi" hizo eco en su mente y largó a rienda suelta su carcajada señalando al pelinegro - ¡AHAH! ¡Kiwi! ¡Kiwi-kitty~! - abrazó un poco al perro para darle algo de calor y festejarle la gracia - ¡Buen Pochi! ¡Te daré una galleta después! -

Seguía importunando al otro con el agua, pero de repente el agua cesó cuando escuchó tal apodo. Un "¿Huh?" se dejó escuchar de parte del moreno, luego la risa del rubio inundó todo el lugar. Deslizó una mano por el suelo y tomó una esponja, metiéndosela a este en la boca. Colocó una mano en el brazo del perro y luego lo levantó para sacarlo de la tina.- Pasame el jabón, Kau. Si me obedeces hoy tendrás la cena digna de un rey. -Sonrió de forma malvada y le colocó una mano en el pecho al rubio, hundiéndolo totalmente en el agua. Esta casi le cubría el rostro al otro lo que le hacía tragar un poco de esta, pero de vez en cuando lo sacaba... ¡Y le volvía a hundir!

Arrancado de los brazos de quien le daba caricias, intento protestar, pero al oir la tentadora oferta del segundo Verdugo, se quedo pensarivo un instante. ¿Una galleta o una cena digna de un rey? Bueno, supongo que la desicion no fue tan dificil de tomar... Asintio rapida y energeticamente con la cabeza, tomando el jabon que una vez estubo destinado a terminar sobre el y se lo entrego al morocho casi de inmediato. Aunque sabia en el fondo que Ginzi no estaria muy contento, sabia que terminaria olvidandose del asunto a la larga... o en cuanto sus habilidades de rastreo le hiciesen falta, lo que pasase primero. De cualqueir manera podria recuperar su 'afecto' luego. ¡No todos los dias le ofrecian algo asi como una cena!

Reía con ánimo incluso cuando le sacaron al perro de sus brazos pero prontamente se sintió ahogado por la esponja en su boca, inentó hablar y empujarla con su lengua pero enseguida fue sumergido en el agua helada. Pataleó con más fuerza intentando golpear al otro para que le dejase salir pero solo lograba respirar por cortos momentos y escupir la esponja contra la cara ajena.

Aferrandose contra el borde de la tinja intentó forzar su salida a la superficie, el cabello se le pegaba a la cabeza y a ambos lados del rostro alasiandolo y dejandolo casi sin volúmen, muy diferente a como normalmente estaba completamente despeinado. Los gritos comenzaron a llenar el patio y algunos sirvientes se asomaron a ver para continuar luego con su trabajo al ver la escena casi que cotidiana.

Tomó el jabón en sus manos y comenzó a pasárselo al rubio por la cabeza, llenando esta de espuma. Después, comenzó a cepillarle el cuero cabelludo con las uñas de una forma tosca y ardiente para volver a meterle la cabeza en el agua y enjuagarlo, ni siquiera le importó protegerle los ojos del jabón, tampoco se preocupaba por su propia temperatura, que a pesar de ya estar temblando de frío tenía más peso su venganza en contra del otro, o más que venganza era una especie de maldad.

Se enjuagó las manos cuando el otro ya había puesto demasiada resistencia y se puso de pie, tomó su tubería y se lanzó corriendo hacia el interior de la mansión. Carajo, hacía demasiado frío... Se lanzó a la cocina únicamente para encender la estufa y comenzar a calentarse. Goteaba agua helada, pero nunca admitiría que el frío eran como agujas en el cuerpo.

Luego de lo que a sus oidos parecio ser mas de alguien contra la tinaja que una pelea entre dos personas por todo el ruido que esta emitia, advirtio como el pelinegro se iba casi como Gunzi huia cuando Arbitro le regañaba. Y hablando de Gunzi... El menor volvio a aproximarse a la zona de donde los ruidos provenian, tanteando hazta encontrar lo que parecia ser el humedo pantalon de su hermano y poniendose a su lado, lo suficientemente alejado para no tocar el frio contenedor. Aferrado a su conejo, lo unico que aun le daba calor, continuo tiritando. La piel de todo su cuerpo comenzando ya a adormeserse, por lo que la idea de regresar a la mancion por algo de abrigo resultaba bastante tentadora. Pero aunque probablemente no le regañarian si regresaba adentro, decidio, como buen perro, esperar al rubio... ademas claro de que sabia que su reaccion ante el trato que habia recibido seria de lo más divrertida. Froto su nariz contra la humeda mano derecha del rubio, la que habia quedado colgando del borde de la tinaja y que entre el viento y el agua estaba tan fria como el hielo. Esperaba que con eso fuese suficiente para que reaccionara.

Por más que intentaba gritar era inútil. El agua, el jabón, la esponja, las manos ajenas que le empujaban bajo el agua, apenas podía emanar cortos gritos que terminaba en un sonido de burbujas bajo el agua. El ardor en sus ojos y cabeza le hicieron patalear con más fuerza moviendo con violencia el latón y produciendo fuertes sonidos de lucha junto con el agua.

Cuando finalmente las manos de su compañero se apartaron sacó la cabeza del agua y quedó agitado con su mano colgando por fuera del latón. Estaba exausto, adolorido y con frío, su cuerpo temblaba de manera incontrolable haciendo vibrar la tinaja. Pasó unos segundos así mientras su propia sangre atenuaba el dolor de las superficiales heridas por el jabón y las uñas. El calor del aliento en su mano le hizo reaccionar saltando fuera de la tinaja lanzando esta hacia atrás y mirando a su alrededor. El rubio goteaba a agua y el viento helaba hasta sus huesos, aunque no parecía importarle demasiado, su falta de sensibilidad en un 70% solo le hacía sentir un ligero frío, aunque su cuerpo en realidad temblaba y comenzaba a rozar una hipotermia.

Estornudó sonoramente y se limpió la nariz con la manga de su hoddie antes de bajar la mirada al "perro" a sus pies. - Ve dentro Pochi.- dijo algo molesto por la "traición" del peliblanco. Tomó la esponja del piso y mojandola con la manguera se metió a la casa y se acercó por la espalda a su compañero en silencio, tanto como podía. Al llegar a tenerle a su alcance le tomó por la nuca de la ropa y dejó caer la esponja dentro para enseguida salir corriendo por la mansión con ua risa maníaca propia de él.