Proyecto Cadenza~♦

Aquel lugar era una habitación pequeña, pero bien iluminada por dos lámparas. Te había costado llegar a ella, y mediante rumores lograste encontrar el sitio, el cual era el lugar para inscribirse al Igra. Al entrar, un extraño te invitó a tomar asiento frente a una humilde mesa de madera mientras él traía un par de papeles y un bolígrafo de otra habitación. El hombre vestía una gabardina negra y un par de gafas rectangulares, y a pesar de que nunca lo habías visto, te sentías tranquilo ante su sonrisa de ojos cerrados. Cuando él tomó asiento frente a la mesa, te dirigió una mirada y amplificó su sonrisa.

- Así que has decidido entrar a Igra. Debo advertirte que no hay vuelta atrás, y que seguramente ya has comprendido perfectamente las reglas, ¿Cierto?
-Lo que aquel tipo le provocó al pelirrojo en todo su ser no fue más que una sensación de desagrado y repugnancia extrema, y vaya que no se le estaba dando bien ocultarlo...Aunque a lo mejor si se hubiera esmerado al menos un poquito más en hacerlo lo habría logrado, pero le resbalaba completamente lo que pudiera pasar si aquel desconocido se daba cuenta de lo poco bien que le caía aun siendo la primera vez que se encontraban. Su mano diestra se elevó mientras que hacía un gesto que parecía aburrido y quizás un tanto despectivo- Eh comprendido las jodidas reglas, no vendría a este lugar si no supiera en lo que me estoy metiendo. -aseguró con voz fría y seca, efectivamente ya le habían comentado acerca de las susodichas reglas, y a pesar de que lo más probable era que hiciera poco caso a unas cuantas de ellas, estaba seguro de lo que hacía.-

- Hm, muy bien. - El hombre sacó la punta del bolígrafo al presionar un extremo y lo acercó al formulario.- Voy a hacerte algunas preguntas, y necesito que las respondas con sinceridad. No te esfuerces en mentir, que nos daremos cuenta de ello y recibirás un gran castigo. Debo asegurarte que ante todo, la información que nos brindes es totalmente confidencial... ¿Cuál es tu nombre completo?
-Su boca se torció con clara molestia ¿Responder preguntas? Vaya pesados...Pero si no le quedaba de otra, pues ya que, lo haría. Apoyó su cabeza sobre la palma de su mano con desgana antes de responder, mirando fijamente a los oscuros anteojos del otro- Cadenza Shinmei -respondió completamente seco y curiosamente aburrido-

- El hombre sonrió al escucharlo, anotó y continuó.- ¿Edad?
-¿Es completamente necesario? ¿Como se que no es solo porque deseas ligarme? -Empezó ni bien la pregunta fue efectuada, soltando una risilla bastante perturbadora- Pues si tanto lo quieres saber, 28 años.

- ¿Eres residente o extranjero? Si eres de otro lugar ¿De dónde?
-Eh vivido en esta mier...En este lugar desde que tengo uso de razón.

- Bien, bien... -El hombre tomó una pequeña aguja y con esta pinchó uno de tus dedos. Sangre de color Violeta comenzó a salir.- Oh, ahora sí que nos pondremos más sinceros, ahora...

El hombre contempló aquel inusual tono de sangre como si hubiese esperado ver aquella gota desde hace tiempo, pero luego sonrió a lado y continuó escribiendo.- Bien, con eso puedo suponer a qué empresa perteneces ... O perteneciste. Lo que no puedo suponer es esto: ¿De qué generación eres?
-Pareció molestarle en sobremanera el tener que develar el color de su sangre, aquella sonrisa que hace apenas un rato había logrado esbozar se había convertido en una simple y llana mueca de disgusto, pero al final simplemente relajó la expresión un poco y miró como expectante al entrevistador, llevándose el dedo pinchado a la boca y lamiendo la escasa sangre que quedaba en él, sus formas a pesar del impasible enojo parecían curiosamente seductoras- Imaginé que sería obvio...La verdad -suspiró- Generación Berio.

-De acuerdo, ahora necesito que llenes esto para mí. - El hombre te pasó una hoja, con los siguientes datos: -

• Estatura y peso: Aproximados 180/185 cm. de alto, 77kg.
  
• Enfermedades o discapacidades: Algunas personas dicen que estoy loco, pero me reuso completamente a visitar cualquier clase de psicólogo, opino estar lo suficientemente cuerdo. Fuera de eso, nada que agregar.
  
• Color de Ojos: Rojo Sangre, además tienen una pupila rasgada que les da un aspecto algo felino.
  
• Color de Cabello: Igualmente de un color carmín, quizás no tan vivaz como el de sus orbes, pero igualmente llamativo.
  
• Tatuajes, piercings u alguna otra cualidad extra: Odiaría tener incrustado en mi cuerpo cualquier clase de metales, sin embargo los tatuajes no son tan malos, con lo cual tengo uno en colores opacos que recorre todo el brazo derecho, desde el omóplato hasta más o menos el comienzo de la muñeca, realmente no es un tatuaje muy fuera de lo normal, pero de que resalta, resalta.
  
• Oficio ó Estudios: No soy realmente la clase de persona que estudiaría en una universidad, mucho menos trabajaría para alguien que se creyera superior a mi mismo, con lo cual prefiero simplemente pasar de ese tipo de cosas, pero eso sí, tengo variados conocimientos sobre diferentes ramas de estudios universitarios a pesar de nunca haberme inscripto en una carrera, gusto de tener información de todo tipo por si en alguna ocasión la necesita. Siempre me vi tentado a unirme a la milicia y ocupar un alto rango militar.
  
• Actitud Mental: Anteriormente se me conocía como Master Killer por mi gusto a revelarme contra aquellos que traten de imponer un poder "inexistente" sobre mí. Las marcas que el pasado dejó en mi nunca lograrán desaparecer, lo tengo muy en claro, fui criado de esa manera después de todo, por mucho que intentara volverme alguien completamente diferente, aun si me esmerara en intentarlo, no lo lograría, después de todo estoy bien con como soy...Pero eh aprendido que simplemente decidí cambiar algunas actitudes de mi mismo, del "viejo yo". Llamarme desconfiado no sería nada errado, me gusta guardarme mis cosas solamente para mi y no mostrar ninguna de las cosas que pienso o imagino, además me considero completamente incapaz de acatar o aceptar ordenes, si alguna vez alguien tratase de encerrarme...Desesperaría al minuto, mi libertad es mi mejor amante, y quien tratara de quitármela se metería en un gran lío, estoy seguro de no ser la clase de persona que se lo pensaría dos veces para matar, torturar física como mentalmente, entre otras cosas, a lo mejor y lo haría casi con gusto, si así logro liberarme de cualquier tipo de opresión, no tengo problemas. No me molesta engañar o seducir para conseguir y alcanzar mis metas, algunos dicen que soy una persona un poco engañosa, opino que el fin justifica los medios...Aun si mi conciencia es capaz de mantenerse limpia incluso sin esa "escusa".
  Para que mentir, se que tengo una mente realmente maliciosa y perversa, pero eh aprendido a no mostrar en todo momento esa parte mía, a no mostrar lo que pasa por mi cabeza y dejarlo bajo 5 candados de ser necesario -Después de todo, así es más divertido~ Verdad?- el bien propio y la diversión son mi prioridad, es mejor irme mostrando poco a poco, para al final dar la sorpresa de no ser exactamente quien parezco. Generalmente muestro solamente mi parte pervertida...Casi diría que ninfomana -risas-, esa parte que da comentarios quizás un tanto fuera de lugar e insinuaciones bastante curiosas, no tengo preferencias entre hombres y mujeres, pero no por eso todo me viene bien (?).
  
• Habilidad Personal: Se podría decir que mi rápida habilidad mental es mi "Habilidad Personal", me considero capaz de atar cabos sueltos en cuestión de segundos y resolver difíciles ecuaciones en tiempo record, atributos de la sangre Violeta, obviamente. Aunque también tengo curiosas percepciones de mi entorno, quizás porque mantengo la mente siempre alerta, soy capaz de notar objetos y detalles que normalmente otros pasarían por alto, ya sea con lugares o personas en sí.
  

Terminada la hoja, el hombre la tomó y la anexó con la otra. El individuo entrelazó los dedos y te miró durante largos instantes con cierta curiosidad. Sonrió con gentileza y habló.- ¿Podrías... Podrías contarme cómo te ha ido hasta ahora desde que saliste? Me gustaría saberlo, también quiero saber cómo era tu vida dentro de las empresas, si es que la recuerdas...
Recordar el pasado siempre me ah parecido aburrido, mucho más si no es un pasado digno de recordar, la verdad -Comentó sin muchas ganas el pelirrojo en un primer instante, pareciendo que sería su única respuesta ante aquella pregunta del entrevistador, pero cuando el mismo pareció resignarse a no obtener nada más, Cadenza elevó una enguantada mano haciéndole seña de que esperase y, adoptando una posición un tanto más cómoda, empezó a parlotear- Mi nombre no siempre fue Cadenza...Hicieron que lo cambiara una vez que ocurrió todo el lío con las empresas...Solían llamarme Master Killer, como si para matar hubiera nacido, y me instruyeron como si realmente así lo hubiera sido, creo que antes de ese apodo tenía un nombre más...Normal, pero vamos, fue hace un tiempo y no es que me interese ponerme a recordar en detalle todo lo vivido. La palabra amigos no se encontraba en mi base de datos interna, confianza..Mucho menos, solía mantenerme alejado de todo y todos, yendo solamente a lo mío y disfrutando de las competiciones entre las empresas, ya sabes...Cual sangre es la mejor, blablabla. Mi vida no parecía tener mucho sentido...¿No te parece? -Hizo una pequeña pausa, tomando aire mientras una sonrisa casi melancólica se dejaba entre-ver en sus comisuras, y su mirada casi demoníaca adquiría un tono más pasivo. Al final y, luego de suspirar apenas un poco, volvió a proseguir- Comenzaron a crear esa generación nueva...Coral, y a muchos de nosotros nos dejaron de lado, supuestamente éramos inútiles...Para nosotros, me refiero a los Berio, fue un golpe algo bajo, con lo perfeccionistas que siempre hemos sido...Creo que por momentos me encontraba a mi mismo ingeniando planes para destruir la nueva generación, derrocar a algunos científicos de las empresas...Idioteces que un niñato de mi edad en ese momento pensaba, idioteces que al final nunca llegué a realizar debido al descubrimiento del anterior Igra. ¿Sabes? Aun recuerdo a la perfección el momento en el que salimos, como a todos nos reubicaron, creo que fue uno de los momentos más frustrantes de toda mi vida como Proyecto, tener que dejar aquella batalla constante que amaba...Odié a los Alemanes y Rusos -rió suavemente ante el comentario, retomando entonces ese color asesino de sus ojos, y esa mirada perturbadora suya- Me negué completamente a tener un trabajo, carrera universitaria o cualquier cosa que se asemejara...Pero no te mentiré, siempre quise postularme para los cargos altos de la milicia, era lo más cercano a mi "Vida Anterior" después de todo, pero al final desistí, sería un largo camino hasta llegar al puesto de mayor importancia y estoy completamente seguro de que abría tenido que matar a más de un general si se esmeraban en darme ordenes que nunca llegaría a cumplir. Me pasé los años adquiriendo información de todo tipo, trabajé en algún que otro lugar sin importancia, al final y se un poco de todo lo que puedas imaginarte, astrología, medicina, música, tecnología, arquitectura...Pero lo mío siempre había sido la pelea, sangre. Llámame monstruo, no estarías equivocado.
En fin...Cuando me enteré de este nuevo Igra, no dudé ni medio segundo en averiguar todo lo posible del juego, no me importa realmente el dinero...la fama, nada de eso, solo quería quitarme las ansias de sangre, a lo mejor y así consigo vivir una vida realmente normal, quien sabe...Y supongo que es todo, y aquí me tienes. -Finalizó finalmente(?) el hombre, sonriendo...como si no hubiera aceptado ser un monstruo, de forma casi inocente, de no ser por sus palabras anteriores-

El hombre asintió y no hizo notas de ello, era algo únicamente para él, algo que quería saber desde hace siempre. Volvió a hablar.- Ya terminamos. Pero antes ¿Tienes algo que quieras anexar, por si a caso?Si traes contigo algo especial, armas, o quizás algún dato de tu vida diaria? No quiero parecer entrometido, pero me gustaría saberlo...
-Lo sabía...Eres un todo pervertido -exclamó como si se tratara de un descubrimiento bastante esperado por él, reapareciendo su sonrisa perversa e igualmente maliciosa en sus finos labios. Revisó en sus bolsillos buscando algo, mientras que su mirada se perdía entre los tantos lugares para guardar cosas que tenía en aquel saco negro que llevaba, con rostro impasible, al final sacó una pequeña daga y algunos envoltorios viejos- Llevo conmigo siempre esta daga -comentó señalando el objeto- Sin embargo tengo alguna que otra arma blanca de mayor tamaño en mi propio hogar, aunque si vengo con una espada de mayor tamaño incluida...pero no creo que quieras verla justo ahora -nuevamente, una risa sarcástica salio de sus labios sin permiso, dejando a la vista la poca inocencia de sus palabras- Acerca de mi vida diaria, mejor te vienes conmigo y lo descubres, ¿No te parece? -rió de forma sumamente sutil, pero sin embargo no terminaba de dar a entender si era o no pura broma-

Muy bien, déjame revisar tu información por si algo falta...